1936 Bugatti T57S Atlantic Coupe

El Type 57SC Atlantic estuvo en producción entre 1934 y 1939, y tan solo se fabricaron cuatro unidades en esos años. Hoy se conservan tres ejemplares, mientras que el cuarto desapareció durante la Segunda Guerra Mundial y se desconoce su paradero, ya que podría haber sido robado y ocultado durante décadas, o destruido en el conflicto.

En los años ’30, la firma francesa lanza el Bugatti Type 57. Este modelo serviría como base para infinidad de modelos, con potencias de entre 135 y 200 CV, y velocidades que podían superar los 200 km/h. Incluso hubo una versión de competición, el Type 57G “Tank”, pero el más reconocido es el que recibe el apellido Atlantic, uno de los coches más caros del mundo.

Antes de la llegada del Type 57SC Atlantic, la compañía desarrolló el Bugatti Type 57S. Esta variante rebajada en altura, algo inusual para la época, serviría como base para crear al protagonista de este artículo, un vehículo rodeado de un aura de misticismo y exclusividad.

Creado sobre la base del Type 57S, el Atlantic contaba con una carrocería de aluminio y una aleta dorsal que se convertiría en el signo distintivo de la marca. También lo sería la parrilla en forma de herradura o su diseño art decó tan característico.
Específicamente, los modelos Atlantic se desarrollaron a partir del concepto Aérolithe, también conocido como Coupé Special o Coupé Aero. Para este prototipo, con número de chasis 57 104, Jean Bugatti usó una lámina de Elektron de aviación -una aleación de 90 por ciento de magnesio y 10 por ciento de aluminio- para el cuerpo. No obstante que es liviano y fuerte, este material es difícil de trabajar y no se puede soldar, por lo que Bugatti remachó las partes del cuerpo y creó la famosa costura dorsal. Para la «producción» del Atlantic, Bugatti usó aluminio pero mantuvo los remaches en la costura dorsal. Algo que también es de llamar la atención de esta belleza de auto, es que las cuatro unidades tienen muchos detalles diferentes, por lo que cada modelo es único.

Equipado con un motor de ocho cilindros y 3.3 litros sobrealimentado, este automóvil es capaz de desarrollar 200 CV de potencia y alcanzar una velocidad máxima de 200 km/h, cifras de infarto hace casi nueve décadas.

En total se fabricaron cuatro Bugatti Type 57SC Atlantic entre 1934 y 1939. Su producción estuvo condicionada por dos factores principales. El primero, la muerte de Jean Bugatti en un accidente mientras probaba un 58G “Tank”. El segundo, el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Esto limitaría el número de unidades fabricadas y dotaría a este modelo de un extra de exclusividad.

De las cuatro unidades fabricadas, la primera se ensambló en 1936 y se entregaría al banquero británico Víctor Rothschild. Originalmente equipaba un motor de aspiración natural y es el único que no se encuentra en su estado original. Esto se debe a que en los años ’50, ya en manos de su segundo propietario, sufrió un accidente en un paso a nivel que acabó con el vehículo destruido. En los últimos años, el coche ha sido restaurado poco a poco, pero no se han podido utilizar piezas originales en su totalidad, por lo que muchas han sido fabricadas de nuevo, lo que le resta cierta originalidad al modelo.

La tercera unidad se entregó en 1937 en Francia a Jacques Holzschuch y el cuarto Type 57SC Atlantic, el último de la serie, se completaría en 1938 y se entregaría a su primer propietario, el británico R.B. Pope. En la actualidad, este ejemplar pertenece al diseñador de moda Ralph Lauren, y es uno de los más caros que se conservan.

El segundo Bugatti Type 57SC Atlantic, el producido en 1937 en color negro y conocido como “La Voiture Noire”. Este era el coche personal de Jean Bugatti, un vehículo de exhibición que jamás llegó a estar registrado a nombre de un propietario privado y que es el único del que se desconoce su paradero. De hecho, lleva desaparecido unos 80 años.

El coche fue entregado como regalo al piloto Robert Benois en 1937 por ganar las 24 Horas de Le Mans, aunque lo acabaría devolviendo a la fábrica. El fallecimiento de Jean y el estallido de la Guerra acabaron por provocar su desaparición. En la actualidad se desconoce qué fue del segundo Type 57SC Atlantic. Hay que asegura que lo mandaron lejos de la zona de guerra para salvaguardarlo y otros afirman que fue destruido tras la invasión Nazi. Sea como fuere, si finalmente aparece, se estima que tendrá un valor de unos 120 millones de euros, el coche de producción más caro del mundo.

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