1934 BMW R7

Diseñada por Alfred Böning como un ejemplo de la gran capacidad de diseño que tenia la firma alemana BMW nunca llegaría a la producción en serie por considerar que esta sería demasiado costosa. Sin embargo, sus características y algunos rasgos de diseño como sus elementos decorativos exteriores fueron recogidos en otros dos modelos gestados casi al mismo tiempo: la también costosa BMW R17 de 1935, que bebe directamente de ella, y la más sencilla BMW R5 del 1936.

Por su parte, la BMW R17 de 1935 solo estuvo en fabricación durante dos años, hasta 1937. Aunque esta sí que llegó a la serie, igualmente fue muy exclusiva y cara (la más cara de la época) y de ella solo se fabricaron 450 unidades. Estaba propulsada por un motor bóxer de 735 cc y 33 cv de potencia. Con tecnología similar, a la BMW R5 la movía otro motor de cilindros opuestos pero de 494 cc y 24 cv de potencia.

El diseño integrado de la R7 está claramente influenciado por el expresivo mundo del Art Decó, algo que se aprecia sobre todo en los elementos decorativos exteriores, extravagantemente decorados con las mismas líneas claras y fluidas que recorren toda la moto desde su parte frontal hasta la zaga, usadas incluso en los guardabarros y en la horquilla delantera telescópica, la primera vez que se usaba una solución técnica así en una motocicleta junto con un chasis de tipo puente de acero estampado.

Con su diseño único Böning quiso desafiar los viejos conceptos anclados al mundo de la bicicleta, algo que consiguió claramente con la R7, que incorporaba otros elementos de diseño contemporáneo a los que ahora estamos acostumbrados. El prototipo de BMW dijo adiós a los viejos depósitos de gasolina montados sobre el chasis, escondiendo el tanque de combustible bajo la cubierta superior cromada, que también albergaba un indicador de presión de aceite y la palanca manual para accionar el cambio de cuatro marchas con posiciones en “H” muy parecido al de los automóviles. Una solución elegante y funcional.

La obra de orfebrería alemana incorporaba otros cuidados y adelantados detalles para su época, tales como un velocímetro digital con un disco giratorio incluido en el propio faro delantero e inspirado en el diseño de los automóviles de prestigio de la época. Detrás, una luz trasera con forma escultural y la palabra Stop señalizaba la moto iluminándola al frenar.

Pero toda la revolución del diseño de la R7 no estaba solo en su estética, sino también en su nuevo motor que estaba colgado de la estructura de tipo puente de acero estampado, el motor M205/1. Tan diferente al resto motores como la propia R7 a sus contemporáneas. El nuevo bóxer refrigerado por aire de 800 cc debía llevar a BMW hacia una nueva dirección, por lo que incorporó una serie de soluciones técnicas que mejoraron mucho las prestaciones respecto a los motores de entonces.
Avances y mejoras que la marca no aplicaría a la serie en otros modelos hasta 35 años después por el propio Alfred Böning. Soluciones tales como un cigüeñal forjado de una sola pieza, cabezas de bielas desmontables, cilindros y culata de una sola pieza y muchas otras.

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